El Pro y el Frente para la Victoria (FpV) bloquearon, en la comisión de Gobierno del Concejo, el tratamiento del crédito por 146 millones de dólares para realizar obras muy importantes para la vida de los rosarinos.
Los concejales del Pro y FpV en Rosario se parecen a Marx, pero a Grouch Marx y a su célebre frase: “Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros”, Y bajo un discurso de doble moral decidieron impedir que la ciudad de Rosario acceda a un préstamo internacional para terminar obras de vital importancia para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Los representantes rosarinos del empresario multimillonario, Mauricio Macri, no dieron cuórum para aprobar un préstamo internacional que se viene tratando hace 6 meses. Es, al menos, mezquino o incoherente no dejarle a Rosario replicar las mismas políticas que ellos mismos llevan a nivel nacional.
Además, el kirchnerista que se embandera detrás de frases hipócritas de Eva Perón, EduardoToniolli se excusó hablando de “la presión del poder económico” el cual su propio partido destruyó después de 12 años de saqueo del estado.
Hasta el proxeneta Jorge Boasso y el edil Diego Giuliano van a tener que salir a explicarle a los rosarinos que las obras (que ellos mismos reclaman) no llegan por las decisiones que estos toman detrás de sus comodos escritorios.
No dejemos de mencionar que tanto el Kirchnerismo como el Macrismo le deben un fondo de coparticipación a la provincia de Santa Fe que suma alrededor de 40 mil millones de pesos. Y, aun teniendo un fallo de la corte en el medio, se niegan a pagar, primero Cristina Fernández y ahora Mauricio Macri.
Pero saquemos las caretas de este discurso, ni al Pro ni al Kirchnerismo le importó nunca Rosario. Lo que les molesta a estos sectores corporativos son las obras que desde hace 30 años se hacen en Rosario.
Molesta que la ciudad se haya endeudado y unos años después apareciera el nuevo HECA, un hospital modelo en Latinoamérica y ejemplo de salud pública en el mundo. Molesta que se haya tomado deuda en su momento para crear la Maternidad Martin, un fenómeno que hizo que muchas madres (aún con obra social) decidan tener allí un parto respetado.
Así que acordate rosarino, cuando aparezca uno de estos monigotes: Carlos Cardozo, Gabriel Chumpitaz, Martín Rosúa; a pedirte el voto y decirte que en tu barrio no hay obras por culpa de la municipalidad, tené en cuenta que los que tienen offshore en Panamá y hoteles en el sur no son funcionarios del locales.
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